Me preguntaba cuánto tardaría alguien en encontrar el precio que romper el pacto de silencio entre los mineros.
Luego de 70 días bajo tierra, la verdad, que no hay muchas más cosas que el morbo no haya ya construido.
El asunto es extraño, porque a pesar de ello, despierta suficiente atención como para que se pague por saberlo.
No es de extrañar, a mi ya me llamaba la atención el fenómeno de Gran Hermano, espiar a grupos humanos en situaciones límites es siempre un espectáculo.
Ya se hacía hace años, comenzó con aquella idea de la bioesfera, de un modo “científico”, pero en realidad ya el nazismo promovía la idea de “aislar”, excluir.
Y mucho antes, cuando se aislaba a los leprosos.
Como sea, el aislamiento en condiciones extremas de grupos humanos, es siempre motivo de curiosidad.
La presión de la prensa es poderosa, siempre lo ha sido, tenemos prueba de ello permanente en la tv. donde la gente revela cosas sin titubear, la exposición es un tema de estudio social.
La imágenes de la viviendas de los mineros, de Copiapó, en estado de miseria, es un contraste frente a los montos de dinero que se están manejando para tentarlos.
Nadie puede juzgarlos mal, salir de ese estado a raíz de este evento, es uno de los pocas alegrías que podrán conseguir después de semejante experiencia.
Ya leí declaraciones del tipo “es mi deber decir lo que pasó”, nada menos que en el The Daily Mail, palabras que detrás no tienen “deber”, sino dinero. No lo juzgo mal, pero las cosas por su nombre.
Pronto aparecerán seguramente los juicios, ahora, con tanta atención, la empresa dueña de la mina tendrá que hacer algo para resarcirlos.
No puedo sustraerme a copiar algo que estuvo dando vuelta por todos los medios, aunque a mi me llegó por uno de esos espantosos mails de spam. El tema son las que se dio en llamar “Las 33 coincidencias”.
· Mensaje. La primera señal de vida de los 33 mineros fue una nota que ataron a la sonda. Sus caracteres, con espacios, suman 33.
· Semana. El mensaje fue encontrado por las autoridades el 22 de agosto, en la semana 33 de 2010.
· Protocolo. El recorrido en ambulancia desde la mina hasta el hospital de Copiapó debía durar 33 minutos.
· Fe. Cristo murió a los 33 años. Para los mineros más religiosos, fue una señal.
· Perforación. La perforadora T-130 excavó durante 33 días hasta encontrar el refugio donde estaban los mineros.
· Rescate. El rescate empezó el 13 de octubre, o el 13/10/10. Los números, sumados, dan 33.
· Quinielas. El día que empezó el rescate (13/10), en el sorteo matutino de la Lotería de la Provincia salió el número 11, "el minero" en los sueños. El día que terminó (14/10) salió el 33 en el nocturno.
Y seguramente, las coincidencias seguirán apareciendo, aún no pensaron en cumpleaños o fechas personales alegóricas, estoy seguro que va a aparecer. |